Explosión e incendio en el barrio San Jorge
El fuego destruyó una vivienda y una familia lo perdió todo
Una situación desesperante se vivió este miércoles en calle Flor de Ceibo 1345, en el barrio San Jorge, cuando un incendio arrasó con una vivienda. El fuego se desató pasadas las 15 horas y causó pérdidas totales.
El origen fue una explosión de una garrafa mientras era manipulada por un vecino, quien no sabía que el horno estaba encendido.
El hombre sufrió quemaduras leves en las manos y el cabello, siendo asistido por Bomberos Voluntarios que respondieron con una ambulancia y dos unidades para extinguir las llamas.
La casa afectada era el hogar de un matrimonio compuesto por Gabriela Monzón y Cristian Vila y sus cinco hijos, cuatro varones de 14, 13, 11 y 7 años, y una niña de 9.
El fuego se propagó rápidamente por la propiedad, pero gracias al grito desesperado de la madre, los niños lograron salir por la puerta principal. La madre, por otro lado, quedó en el patio viendo cómo su vida se consumía en cuestión de segundos.
Vecinos y familiares de la familia damnificada expresaron duras críticas tanto a los Bomberos como a la Policía.
Alegaron que estuvieron llamando durante una hora sin respuesta adecuada. Según la hermana de Cristian, quien vive al lado y también sufrió las consecuencias del incendio, afirmó: "Una hora llamando, llamé al 911, a la Policía, al Comando, al mundo entero, pero no venían".
"No llegaban porque no tenían personal, tuvieron que pedir gente. Nos dijeron que no podían venir porque no tenían personal mientras se quemaba todo", aseveró.
"La Policía vino de muy mala manera, a patotearnos, a decirnos que entendamos y que no rompiéramos los huevos porque iban a venir cuando pudieran porque ya había agarrado. Eso dijo la chica (policía) que está allá. Y eso es abuso de autoridad, cuando lo que estábamos pidiendo era ayuda."
"Se tomaron el tiempo del mundo para venir. Todos los vecinos llamamos a los Bomberos. Si hubieran venido rápido, no se quemaba todo. Con la preparación que tienen, en 10 minutos llegaban, pero se tomaron todo el tiempo del mundo porque no tenían gente, pero si hubiesen venido más rápido, quizás algo se recuperaba. Se partieron hasta los cimientos”, dijo la hermana de Cristian quien vive a lado y también sufrió las consecuencias del fuego.
Mauricio Cerrutti, vocero de Bomberos Voluntarios, ofreció una explicación diferente: "Llamaron, tocamos la sirena y salimos. Están las grabaciones". Añadió: "Había un bombero (en la zona del incendio) que cortó la luz y dio aviso para que cuando llegamos atacamos directo el incendio".
Bomberos comenzaron a activar la sirena del Cuartel Central a las 16.09, pero está vez en lugar de hacerlo en tres veces para convocar personal lo hicieron seis veces, el doble de lo habtual.
“La sirena se puso automática, siguió sonado e hizo tres toques más. Como ya habían salido al incendio, un miembro del Consejo Directivo quedó atendiendo el teléfono y no sabía cómo pararla”.
Sugirió que el error involuntario que cometieron los vecinos en la desesperación que podría explicar la demora fue haber llamado al 911, que envía a la Policía a verificar la veracidad del llamado, perdiendo tiempo valioso. En lugar de hacerlo al número de emergencia de Bomberos.
El incendio dejó a la familia afectada en una situación sumamente precaria, perdiendo sus posesiones y su hogar. Gabriela es repostera y todo su capital de trabajo se fue con el incendio. Cristian se gana la vida como albañil.
Los vecinos comenzaron a unir esfuerzos para brindar apoyo, y cualquier persona interesada en ayudar puede comunicarse a los números proporcionados: 2323 352646 (Gabriela) 2323 344376 (Alicia). Todo es bienvenido.
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