POLITICA

El Gobierno de Milei después de 34 años cierra el programa ProHierta

Mas de 600 mil familias perjudicadas

✴  En un país donde el hambre empieza a ser un problema serio, el Gobierno está dejando morir el ProHuerta, que brinda soporte a unas 600 mil huertas familiares y escolares

🔸Ya es una tradición en muchas zonas del país que en le mes de abril, con la llegada del otoño, muchas personas e instituciones pasen por la sede del INTA más cercana a buscar su “kit de semillas” del Prohuerta, un programa que ya tiene más de 30 años de existencia y que busca que los sectores más vulnerables de la población puedan por lo menos auto producir parte de los alimentos que necesitan.

Usualmente en el INTA y otras dependencias oficiales hay una disponibilidad de 1 millón de kits de semillas con diferentes especies, que se reparten gratuitamente y con asesoramiento entre los responsables de unas 600 mil huertas familiares y escolares. También se distribuyen entre la población carenciada unas 200 mil aves (especialmente gallinas) para los que quieran ir un poco más allá e instalar una pequeña granja.

🔸Este año, el primer año del gobierno de Javier Milei y cuando las papas queman en materia de contención social, por el fortísimo ajuste de la economía que ha lanzado esta gestión, muchos de los que se acercaron al INTA en busca de su kit de semillas recibieron una respuesta impensada: “Aquí tenemos las semillas, como todos los años, peor no sabemos si podemos entregarlas. Por ahora no tenemos la orden”.

Recogimos al menos cuatro testimonios en el mismo sentido, en diferentes regiones. Todos ellos visibilizan una contrariedad muy marcada, que es que el programa ProHuerta parece estar desmantelándose justo cuando más se lo necesita. 

En la Argentina históricamente los indicadores que muestran casos de hambre han sido muy bajos (de menos de 2% de la población), pero las últimas mediciones sobre la mala nutrición arrojan cada vez resultados más preocupantes, afectando a grandes capas de la población de bajos recursos. Los problemas de acceso a las frutas y verduras son una constante.

Aunque la producción y distribución de semillas y animales de granja, además de las tareas de capacitación, que el año pasado llegaron a unas 170 mil personas, son tareas que realiza el INTA, desde hace muchos años que el Programa Prohuerta dejó de depender de ese instituto tecnológico para pasar a revistar entre el batallón de políticas sociales del ministerio de Desarrollo Social, ahora llamado de Capital Humano, a cargo de Sandra Pettovello.

“En este espacio no hay designado nadie con la habilitación de firma para decidir si se continúa con el financiamiento y continuidad del Prohuerta. Esto ocurre desde diciembre hasta la fecha”, dijo una fuente respondiendo a una consulta de este medio sobre la continuidad del programa alimenticio. Por esta razón, y ya vencido el último Plan Operativo Anual, a partir de abril en los hechos “no existe más el programa”, reveló el informante.

Están las semillas ahí y la gente va a buscarla como todos los otoños, pero nadie decide y se pasan las fechas adecuadas para la siembra. En algunas sedes del INTA se ha decidido distribuirla igual: “Hay entrega de semilla de otoño/invierno que se compró con el último Plan Anual y no hay otra actividad más, es la última”, avisan.

🔺 Curiosamente, en el gobierno de Macri, uno de los principales aliados políticos del presidente Milei, el ProHuerta fue uno de los niños mimados de la política pública cuando los técnicos del INTA que lo integran, se lucieron montando hermosas huertas agroecológicas para la ex primera dama, Juliana Awada, tanto en la terraza de la Casa Rosada como en la Quinta de Olivos. En esos momentos, el presupuesto sobraba e incluso servía para financiar algunas otras actividades del INTA.

🔸Ahora la situación es realmente preocupante: existen cerca de 40 profesionales dentro del programa que están contratados desde Capital Humano, que están en ascuas con su trabajo, no pueden ser absorbidos por el INTA y no saben todavía si se relanzará el ProHuerta u otro programa semejante.

La red de centros de multiplicación de las semillas hortícolas, que es la base fundamental para el funcionamiento del programa, está recibiendo este mensaje de incertidumbre. Las instrucciones son que reduzca la actividad vinculada al ProHuerta al mínimo posible, hasta que llegue alguna señal. 

En el caso de los animales de granja, que no pueden ajustarse tan sencillo, se está intentando que municipios y provincias tomen a su cargo el financiamiento de la actividad.

En el INTA no saben bien cómo seguir. Ese instituto depende de una Secretaría de Bioeconomía que ha perdido casi todo su poder de fuego (ya ni maneja el presupuesto propio, cuyo control ha sido tomado por el Ministerio de Economía) y mal puede decidir sobre una política cuya responsabilidad está en cabeza de la cartera de la ministra Pettovello. 

Dentro del programa de huertas, al Instituto Agropecuario solo le ha quedado la responsabilidad de llevar adelante la provisión de semillas y la capacitación, pero no tiene incumbencia sobre la seguridad alimentaria de las poblaciones atendidas.

Durante  2020, el ProHuerta festejó 30 años de historia (nació en los noventa, en el gobierno de Carlos Menem). En este video institucional se lo destaca como “una de las políticas públicas alimentarias más importantes de Argentina y Latinoamérica”.
Ahora sus coordinadores no saben ni siquiera si pueden seguir utilizando ese logotipo o si por el contrario el programa feneció. 

Tienen claro que, en épocas de un fenomenal ajuste que impacta sobre la provisión de alimentos de la población de bajos recursos, no es una re las prioridades de la nueva gestión.

“El logo del ProHuerta no se continuará usando ya que no existe el programa, y desde abril se discontinúa el uso. Sí se puede capacitar para la producción hortícola, pero no en marco del ProHuerta porque no continúa el programa”, es la instrucción que baja desde la coordinación nacional a las diferentes provincias o localidades.

◾   Fuente: Matías Longoni/Bichos de Campo

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